El odio al Dólar y al Libre Comercio en los países Bolivarianos
Los gobiernos socialistas de Bolivia, Venezuela,
Nicaragua y Cuba tienen algo en común, implementan las mismas políticas
económicas con algunas pequeñas diferencias. Lo cierto es que siempre incluyen
una fuerte intervención estatal en la economía, tienen un recurrente odio al
dólar estadounidense, al libre comercio y a la propiedad privada. Sus
características comunes son: incremento del gasto fiscal y la tendencia a
conformar un Estado con una estructura administrativa grasosa. A continuación,
se analizan estas características y se destacan los paralelismos entre estos
países, resaltando la recurrencia de dichas medidas.
Intervención Estatal y Aversión a la Propiedad Privada
En estos países, el Estado desempeña un papel
central en la economía, asumiendo el control de sectores estratégicos y
limitando la participación del sector privado. En Venezuela, durante el
gobierno de Hugo Chávez, se llevaron a cabo numerosas nacionalizaciones en
áreas como petróleo, electricidad y telecomunicaciones, con el objetivo de
reducir la influencia extranjera y promover la "democratización
económica" a los pocos años solo se tuvo empresas sin crecimiento y con
activos obsoletos, se redujo la inversión interna, destruyendo la estructura nacionalizada.
De manera similar, Bolivia, bajo la presidencia de Evo Morales, nacionalizó la
industria del gas y el petróleo en 2006, buscando recuperar el control de los
recursos naturales para el Estado. A la fecha, con Luis Arce de presidente, la
industria del gas ha perdido fuerza en Sudamérica y necesita fuertes
inversiones para subsistir.
En Cuba, desde la Revolución de 1959, la economía
ha estado mayoritariamente en manos del Estado, con una mínima participación
del sector privado. Aunque recientemente se han permitido pequeñas empresas
privadas, estas operan bajo estrictas regulaciones y limitaciones que terminan
haciendo inoperable una iniciativa privada. Nicaragua, bajo el liderazgo de
Daniel Ortega, ha seguido una trayectoria similar, con políticas que favorecen
el control estatal sobre sectores clave de la economía y una postura crítica
hacia la propiedad privada que no es de la familia del presidente Ortega.
Aversión al Dólar Estadounidense y al Libre Comercio
Estos gobiernos siempre muestran una postura
crítica hacia el dólar estadounidense y han buscado alternativas para reducir
su dependencia de esta moneda, le llaman hegemonía imperialista de la moneda.
Por ejemplo, Venezuela impulsó la creación del Sistema Unitario de Compensación
Regional de Pagos (SUCRE), una moneda virtual destinada a facilitar el comercio
entre los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América (ALBA), con el objetivo de disminuir la hegemonía del dólar en la
región, al final sirvió como medio para lavar activos en Ecuador importando y
exportando de manera ficticia bienes, esto sigue un proceso legal aún en Ecuador
por un perjuicio al Banco Central.
Bolivia también ha promovido la
"bolivianización" de su economía, incentivando el uso de la moneda
local en lugar del dólar para protegerse de posibles crisis económicas. Sin embargo,
los bolivianos siguen guardando sus ahorros en dólares. Cuba, por su parte, ha
implementado medidas para captar divisas extranjeras, como la apertura de
tiendas que solo aceptan dólares, aunque esto ha generado más desigualdades
entre la población que no tiene acceso a las remesas enviadas desde los Estados
Unidos. Nicaragua ha mantenido una postura crítica hacia el dólar y ha buscado
fortalecer su moneda local a través de políticas monetarias y fiscales, que a
la larga solo benefician a los poseedores de dólares que son las familias del
poder que manejan la principales exportaciones del país
En cuanto al libre comercio, estos países han
sido reticentes a integrarse en acuerdos que consideren contrarios a sus
modelos económicos. En lugar de ello, han promovido alianzas alternativas como
el ALBA, que sigue buscando una integración regional basada en la solidaridad y
la complementariedad socialista, en contraposición a los tratados de libre
comercio tradicionales con Europa y Estados Unidos.
Incremento del Gasto Fiscal y expansión del Estado
Una característica común en estos gobiernos es el
aumento significativo del gasto público, orientado supuestamente a financiar
programas sociales y subsidios, que terminan ensanchando la masa de beneficiarios
sin que tenga fin la aparente ayuda. En Venezuela, el presupuesto para 2025 aumentó
un 11% en comparación con el año anterior, alcanzando los 22.671 millones de
dólares según Reuters y otras agencias de noticias. Este incremento del gasto por
supuesto viene acompañado de una expansión de la burocracia estatal, lo que perpetúa
ese "Estado obeso" con estructuras administrativas amplias y, en
ocasiones, ineficientes que son más militantes que competitivas
Paralelismos y repetición de medidas
Si analizan las políticas económicas de Bolivia,
Venezuela, Nicaragua y Cuba, se observan patrones similares que reflejan una
visión compartida sobre el papel del Estado en la economía y la sociedad. La
intervención estatal, la aversión al dólar y al libre comercio, y el incremento
del gasto público son medidas recurrentes en estos países. La gran mentira es
que estas políticas buscan la justicia social y la equidad, pero en la práctica
han generan más inflación, escasez de bienes y servicios y la dependencia a
importaciones. Terminan destruyendo la industria nacional, para crear empresas
con manejo político que son las proveedoras de bienes de consumo como el caso
de las cajas CLAP en Venezuela, o de alimentos en Cuba, todas ellas empresas gerenciadas
por militares afines a los gobiernos socialistas.
El grave error
Creer que los gobiernos socialistas pueden crear
un modelo alternativo al capitalismo tradicional, sin entender cómo funciona el
mercado, los precios, la producción y la competitividad. La experiencia ha
demostrado que una intervención estatal excesiva y la limitación de la
iniciativa privada pueden conducir a ineficiencias económicas y afectar
negativamente el bienestar de la población, no en vano tienen altos niveles de
inflación desabastecimiento de productos, y crisis en infraestructura.
Sígueme y te invito a que comentes sobre la pregunta: ¿Hasta cuándo seguiremos repitiendo los errores del socialismo? ¡Lee, reflexiona y únete al debate!
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