Ideas anti zurdos, un espacio para defender la libertad.

sábado, 25 de enero de 2025

Los aportes para reducir la desigualdad

 


Lo clásico del relato de la desigualdad

La clásica confiable en la política es hablar en cualquier momento de desigualdad social y económica. Los ultra izquierda que se visten de todos los colores, siempre le echan la culpa a la ignorancia de no entender sobre cómo funcionan los mercados y la iniciativa privada. Repiten y repiten que las personas por encima del capital y del mercado. Estas palabras son ampliamente difundidas, simplificando en exceso las dinámicas económicas y sociales,  ignorando los datos históricos y empíricos que demuestran un panorama más complejo.

La realidad detrás de la desigualdad

La desigualdad es un fenómeno multifacético que depende de una serie de factores, incluyendo políticas públicas, estructuras institucionales, educación, acceso a la tecnología, e incluso patrones culturales. Si bien es cierto que los sistemas basados en mercados libres pueden generar disparidades económicas en el corto plazo debido a la competencia y la especialización, también han demostrado ser efectivos en la reducción de la pobreza y en la creación de oportunidades económicas en el largo plazo, esto último es olvidado a propósito por los agoreros del mal, esos intelectuales orgánicos como decía Gramsci al servicio de la izquierda revolucionaria.

Datos relevantes sobre desigualdad y liberalismo

  1. Reducción global de la pobreza extrema: Según datos del Banco Mundial, en 1981, el 42.7% de la población mundial vivía en pobreza extrema (menos de $2.15 al día). Para 2019, esta cifra se había reducido al 9.2%. Gran parte de este progreso puede atribuirse a la expansión de economías abiertas y al comercio internacional, que se puede evidenciar con fuerza en la Argentina del 2025, cuando el indicador de pobreza de 54% pasó a menos del 40% en un solo año usando la lógica de la calidad del gasto.

  2. Crecimiento en economías de mercado: Países como China e India, que adoptaron gradualmente políticas de mercado en las últimas décadas, experimentaron un crecimiento económico sin precedentes. Solo en China, más de 800 millones de personas salieron de la pobreza desde la apertura económica iniciada en los años 80. Lo que no ocurre en Cuba por ejemplo con más de 60 años usando políticas de control de la producción y con restricciones en el uso de propiedad.

  3. Innovación y acceso a bienes: Los sistemas liberales han impulsado avances tecnológicos que, aunque en un inicio se concentran en grupos específicos, terminan beneficiando a la mayoría de la población. Ejemplos como los teléfonos inteligentes, el acceso a internet y las vacunas contra enfermedades reflejan cómo la competencia en mercados abiertos amplifica el acceso a bienes y servicios en todas las capas sociales. Como ejemplo de ello es Israel y Estados Unidos que lideran la producción de patentes, caso que no sucede en países marxista y socialistas en Africa y Asia.

El papel de las políticas públicas

Aunque el liberalismo ha sido un motor de desarrollo económico, la desigualdad no es un problema que se soluciona únicamente con el crecimiento del PIB. Es aquí donde entra el rol de las políticas públicas. Los Estados pueden y deben implementar medidas redistributivas, como impuestos progresivos y programas sociales, para garantizar que los beneficios del crecimiento económico lleguen a todos.

En este sentido, es importante señalar que los países con menor desigualdad relativa, como los nórdicos (Suecia, Dinamarca, Noruega), combinan economías de mercado abiertas con políticas públicas robustas. Esto demuestra que el problema no radica en el liberalismo en sí, sino en cómo se gestiona y regula para equilibrar los resultados. Lo contrario siempre implica mayor desigualdad con mayor uso de recursos de los impuestos cobrados.

¿Qué se necesita para acabar con el mito?

  1. Educación económica: Muchos mitos en torno al liberalismo surgen de una falta de comprensión sobre cómo funcionan los mercados y cómo interactúan con las políticas públicas. Mejorar la educación económica podría disipar creencias infundadas, un reto desde la parte inicial de la educación pública y privada.

  2. Datos por encima de ideologías: Los debates sobre desigualdad deben estar informados por datos objetivos. Culpar al liberalismo de manera generalizada ignora que otros sistemas, como los regímenes centralizados de Cuba, Venezuela, Corea del Norte, Irán, por mencionar algunos, han generado desigualdades aún más marcadas en mujeres y jóvenes. Seguimos creyendo en las mentiras de salud de excelencia y educación de calidad en Cuba, cuando las evidencias confirman que sus sistemas sanitarios y educativos viven en crisis y son verdaderos desastres.

  3. Énfasis en la inclusión: El liberalismo del siglo XXI incorpora enfoques tecnológicos nuevos que priorizan la igualdad de oportunidades, el claro ejemplo, el uso de internet y de celulares de bajo costo. Las nuevas modalidades de educación son parte de estas propuestas de reducción de desigualdades.

"La desigualdad no es un defecto inevitable del liberalismo, sino una oportunidad para afinar su aplicación en beneficio de todos".

Sígueme para más temas que promueven el fin del relato zurdo, deja tu comentario

Share:

Related Posts:

0 comments:

Publicar un comentario

Translate

Powered By Blogger

Vistas a la página

6,691